1-09-2010
El sospechoso del secuestro de Madeleine McCann, Raymond Hewlett, confesó en su lecho de muerte que sabía quién había secuestrado a la niña. En una carta a su hijo Wayne, negó tener nada que ver con la desaparición de Maddie y afirmó que ésta había sido raptada por orden de una banda gitana que secuestra niños para parejas ricas que no pueden tener hijos o adoptar.
Hewlett, un pedófilo en serie que fue visto cerca del punto donde Maddie fue secuestrada en Portugal, dijo que los gitanos tenían una lista de la compra "de los blancos potenciales", tales como una niña con pelo rubio como Maddie, según recoge The Sun.
La información la obtuvo a través de un amigo gitano, que confesó en estado de ebriedad su implicación en el rapto y venta de la menor.
Por su parte, los detectives privados que trabajan para los padres de Maddie, Kate y Gerry se han mostrado "muy interesados" en las declaraciones de Hewlett. Una fuente cercana a la investigación, que sigue en curso, dijo: "Lo que dice se ajusta a nuestra primera teoría, que es que Madeleine fue robada en cumplimiento de una orden".
Hewlett, sospechoso debido a su largo historial en violación y secuestro de niños, murió de cáncer de garganta en abril, de 62 años, después de negarse persistentemente a colaborar con los detectives de los McCann. Vivía en Portugal con su segunda familia cuando Maddie desapareció del apartamento en el que la familia McCann pasaba sus vacaciones, situado en Praia da Luz, en mayo de 2007.
La carta que contiene esta información fue entregada por Hewlett a su hijo Wayne, de 40 años, a través de un hombre misterioso -se cree que un abogado o un detective privado-, según la misma información, una semana después de su muerte.
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