Madre de Maddie cuenta su versión del horror

En su libro, McCann describe cómo se sentía mientras el mundo miraba a su familia.

Londres, Inglaterra.- La postura bien erguida, la mirada un tanto fría e invariable, sin apenas lágrimas y ni un grito ante las cámaras. Esa es la imagen que millones de personas tienen de Kate McCann. Adicta al foco de los medios y quizá incluso asesina de su propia hija.

La historia dio la vuelta al mundo en mayo de 2007. La pequeña niña británica Madeleine McCann, de entonces tres años, desapareció sin dejar rastro en un complejo turístico del sur de Portugal. Hasta hoy, la búsqueda sin precedentes emprendida por sus padres ha sido en vano. Ahora, su madre cuenta en un libro su visión de los acontecimientos y acaba con su imagen de fría e insensible.

Las memorias salen a la venta el 12 de mayo, coincidiendo con el séptimo cumpleaños de Maddie. Los beneficios de las ventas irán destinados al fondo para buscar a la pequeña, al que pese a todas las donaciones recibidas se le acaba poco a poco el dinero. Al parecer, la autora de la saga "HarryPotter", Joanne K. Rowling, le ayudó a escribirlo. Varios diarios británicos publican ya extractos del texto.

Es la versión del horror contada por Kate McCann, pero también una especie de defensa. Y es que esta mujer de 43 años no sólo fue durante un tiempo sospechosa para la policía portuguesa, sino que aún muchos creen que ella y su marido, Gerry, fueron los causantes de la muerte de Maddie y la hicieron desaparecer. Una de las numerosas variantes que circulan en los medios es que ambos médicos habrían dado a la niña una dosis demasiado elevada de tranquilizante. Pero oficialmente, las acusaciones contra los padres no existen: la investigación en Portugal fue archivada.

En su libro, McCann describe cómo se sentía mientras el mundo miraba a su familia. Desde fuera, ante las cámaras, conseguía dar una impresión serena, escribe. Pero por dentro era un infierno. "Da verdadero miedo cuando me veo a mí misma en los primeros días", señala el extracto publicado en "The Times". "Me veo increíblemente vulnerable, confundida y perdida".

Mientras ella mantenía la fachada, la gente a su alrededor, sus propios padres y amigos, sentían directamente su dolor. "He gritado que podría ver a Madeleine, fría y extendida sobre una gran piedra gris." Estuvo "poseída" por Maddie. Y aún hoy sigue soñando con su hija, cuida de ella y no pierde la esperanza de encontrarla en algún momento.

Pero McCann no sólo describe sus propias torturas. También cuenta las de su marido. La búsqueda de Maddie estuvo a punto de acabar con el matrimonio, escribe. "Gerry volvió a funcionar mucho más rápido que yo. A veces, eso me resultaba verdaderamente repugnante, como si él no hubiera llevado el luto lo suficiente. Él proponía hacer algo bonito y yo me echaba a llorar." Los McCann tienen otros dos hijos, los gemelos Sean y Amelie, de seis años.

La crítica de los padres a la investigación policial, sobre todo en Portugal, los llevó a contratar a sus propios detectives. Pero igualmente, el séptimo cumpleaños de su hija volverán a utilizarlo, como cada aniversario, para instar a las autoridades británicas a que presionen a Portugal para que reanude la investigación. Y piden a todos los lectores: "¡Por favor, encuentren a Madeleine!"
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