Yeremi Vargas y Sara Morales

Yeremi Vargas y Sara Morales
Yeremi Vargas desaparecido el 10 de marzo de 2007 - Sara Morales desaparecida el 30 de julio de 2006

"Fatales casualidades" condicionaron el caso de Marta

La familia cree que la Policía actuó con lentitud en el caso
Hay elementos suficientes para que Carcaño se enfrente a 52 años de cárcel


El juez que ha procesado al asesino confeso de Marta del Castillo recuerda en el auto que determinados elementos fortalecieron en principio la coartada de Miguel Carcaño.



El juez que ha procesado al asesino confeso de Marta del Castillo, Miguel Carcaño, y a sus tres cómplices mayores de edad ha lamentado, en el auto de procesamiento, las "fatales casualidades" que dieron coartada al acusado y "perjudicaron notablemente la investigación policial y judicial".

En dicho auto el juez de instrucción cuatro de Sevilla se refiere a los cuatro vecinos que aseguraron haber visto a la víctima hacia las 21.15 horas del 24 de enero de 2009 en el portal de su casa, corroborando así la coartada de Carcaño de que a esa hora la había dejado en la esquina de su calle, tras pasar unas horas juntos.

Una primera vecina aseguró, nada más desaparecer la joven, que hacia las 21.30 horas volvía a su casa de hacer unas compras y Marta le abrió la puerta del portal, tras lo cual la joven se quedó allí "con actitud de absoluta normalidad".

Otro matrimonio vecino manifestó que hacia las 21.10 horas vieron que Marta entraba al portal desde la calle, sujetó la puerta con la pierna y se quedó en actitud de espera.

Una cuarta vecina salió a pasear a su perro hacia las 21.15 horas y vio cómo Marta, muy cercana a la puerta de entrada, "hablaba y gesticulaba, al parecer enfadada", y minutos después se la volvió a encontrar en el ascensor y ambas cruzaron un saludo.

A ello se une que el padre de Marta creía que su hija había subido a casa y usado el ordenador, lo que dio a Carcaño una coartada "sólida" que impidió planificar una investigación contra él, añade el juez.

No fue hasta la declaración "creíble y certera" de un vecino de Miguel en la calle León XIII, que lo vio empujando una silla de ruedas de madrugada, cuando "venturosamente, se pudo poner en duda su coartada" y organizar una nueva estrategia en base a este "pilar básico que sustenta toda la investigación", según el juez.

Otro hecho "afortunado" fue la entrega de una cazadora marrón de Carcaño que no había sido lavada y en la que aparecieron restos de sangre de Marta, posiblemente porque el joven guardó allí el cenicero con el que la había golpeado.

Explica el juez que la investigación por la muerte de Marta se movió en los primeros días en este "contexto realmente desconcertante", a lo que se unía "la natural repercusión de un hecho trágico como la muerte violenta de una menor", acrecentada por no conocer el destino del cuerpo de la víctima.

Existen "trascendentes interrogantes aún no despejados", reconoce el juez en el nuevo auto de procesamiento dictado tras la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) de que el caso sea enjuiciado por un tribunal profesional y no un jurado.

En la nueva tramitación, es previsible que la Fiscalía reitere su petición de 52 años de cárcel para Carcaño por dos delitos de violación -la cometida por él mismo y la perpetrada por el menor de edad que está siendo juzgado estos días en el Juzgado de Menores- y uno de asesinato.

Pese a la "natural frustración" de no haber encontrado el cuerpo, el juez cree que hay "elementos suficientes" para llevar a juicio a Carcaño y a sus tres presuntos cómplices: su amigo Samuel Benítez, su hermano Francisco Javier Delgado y la novia de este último.

Javier Casanueva, tío de Marta y portavoz de la familia, lamentó esta semana ante los periodistas, al comienzo del juicio contra El Cuco, que "las primeras horas fueron quizás determinantes y la Policía estuvo ahí bastante lenta y pensamos que no cumplió el Protocolo de Desaparición de Menores como debía".

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