Este verano se podría encontrar por fin el cuerpo de Marta del
Castillo. En dos semanas se conocerán los resultados de la búsqueda con
el Georadar y lo que va a ser más definitivo, los medios aéreos con su
cámara térmica. Esta tecnología capaz de crear imágenes en tres
dimensiones de lo que hay en el subsuelo, ha sobre volado varios días,
no solo la famosa finca Majaloba, sino fincas cercanas que han llevado a
nuevos y esperanzadores resultados.
La familia conocía a través de la policía científica la existencia de nuevas pistas encontradas en la zona. Ahora se perfila el posible lugar donde la joven fue enterrada a los 17 años volcando sobre ella 50 kilos de cal viva, lo que sorprendentemente ha ayudado a su posible localización desde el aire.
Por estos hallazgos, no revelados a la prensa, es por lo que la policía y la familia dan mayor veracidad a esta novena versión del asesino confeso Miguel Carcaño. La policía quiere volver a remover la tierra con excavadoras en una nueva zona hasta ahora inexplorada pero no quiere la presión de los medios de comunicación, principalmente las televisiones, que retransmiten la tarea policial en directo. Se plantean hacer el trabajo de noche para evitar los medios. Tanto Luis Avial, propietario del Georadar, como Antonio del Castillo, padre de Marta, están convencidos de que finalmente van a dar con su cadáver. El pasado 19 de Julio Marta del Castillo hubiese cumplido 22 años, pero la vida sigue y quién ahora ha cumplido 17, la edad de su desaparición, es una de sus hermanas. La familia esta rota pero fuerte y con ganas de cerrar definitivamente el caso judicial y que se encarcele a todos los culpables, no solo a uno. Lo que más desean es poder enterrar los restos de su hija y descansar todos en paz.
Como Sara Morales, Jeremy Vargas, Madeleine Mc.Cann, Cristina Bergüa y tantos más que esperan ser encontrados, todo menos permanecer eternamente en el limbo del desconocimiento. En España desaparecen 34 personas cada día. El 70 por ciento de los casos se resuelven en un mes, el 90 % en un año. Solo hace 20 años que existe el registro central de personas desaparecidas que ha facilitado enormemente la coordinación entre cuerpos policiales. Pero cada año en España entre 5 y 10 desapariciones son calificadas como “inquietantes” porque terceras personas pudieron participar en ellas, tratándose entonces de secuestros o incluso asesinatos. Cambian los medios, el tipo de registros y las técnicas, pero todavía no lo ha hecho la forma de actuar por parte de algunas fuerzas del orden las primeras 24 horas de la desaparición.
En el caso de Marta del Castillo la policía no empezó a buscarla de inmediato, al tener 17 años supusieron que se trataba de una huída voluntaria. Todavía recuerdo como la Guardia Civil, le dijo a la familia de Mari Luz, la niña gitana de 5 años desaparecida y asesinada en Huelva, que seguro que estaba con otros familiares y si no venía esa noche la buscaban al día siguiente. En algunos casos esta falta de respuesta inmediata sigue sucediendo a día de hoy, cuando son cruciales las primeras horas para investigar cualquier desaparición. Hay tres verdades que enseña la experiencia de muchos años trabajando con desaparecidos: 1.- Los desaparecidos siempre están vivos mientras no se demuestre lo contrario. 2.- Los videntes y adivinadores esotéricos, aunque lo hagan con buena voluntad, nunca o casi nunca aciertan. Y 3.- La familia es quien mejor conoce al desaparecido, a menudo intuyen lo que le ha podido pasar, apuntan a quien se lo ha llevado y casi siempre aciertan.
Fuente
La familia conocía a través de la policía científica la existencia de nuevas pistas encontradas en la zona. Ahora se perfila el posible lugar donde la joven fue enterrada a los 17 años volcando sobre ella 50 kilos de cal viva, lo que sorprendentemente ha ayudado a su posible localización desde el aire.
Por estos hallazgos, no revelados a la prensa, es por lo que la policía y la familia dan mayor veracidad a esta novena versión del asesino confeso Miguel Carcaño. La policía quiere volver a remover la tierra con excavadoras en una nueva zona hasta ahora inexplorada pero no quiere la presión de los medios de comunicación, principalmente las televisiones, que retransmiten la tarea policial en directo. Se plantean hacer el trabajo de noche para evitar los medios. Tanto Luis Avial, propietario del Georadar, como Antonio del Castillo, padre de Marta, están convencidos de que finalmente van a dar con su cadáver. El pasado 19 de Julio Marta del Castillo hubiese cumplido 22 años, pero la vida sigue y quién ahora ha cumplido 17, la edad de su desaparición, es una de sus hermanas. La familia esta rota pero fuerte y con ganas de cerrar definitivamente el caso judicial y que se encarcele a todos los culpables, no solo a uno. Lo que más desean es poder enterrar los restos de su hija y descansar todos en paz.
Como Sara Morales, Jeremy Vargas, Madeleine Mc.Cann, Cristina Bergüa y tantos más que esperan ser encontrados, todo menos permanecer eternamente en el limbo del desconocimiento. En España desaparecen 34 personas cada día. El 70 por ciento de los casos se resuelven en un mes, el 90 % en un año. Solo hace 20 años que existe el registro central de personas desaparecidas que ha facilitado enormemente la coordinación entre cuerpos policiales. Pero cada año en España entre 5 y 10 desapariciones son calificadas como “inquietantes” porque terceras personas pudieron participar en ellas, tratándose entonces de secuestros o incluso asesinatos. Cambian los medios, el tipo de registros y las técnicas, pero todavía no lo ha hecho la forma de actuar por parte de algunas fuerzas del orden las primeras 24 horas de la desaparición.
En el caso de Marta del Castillo la policía no empezó a buscarla de inmediato, al tener 17 años supusieron que se trataba de una huída voluntaria. Todavía recuerdo como la Guardia Civil, le dijo a la familia de Mari Luz, la niña gitana de 5 años desaparecida y asesinada en Huelva, que seguro que estaba con otros familiares y si no venía esa noche la buscaban al día siguiente. En algunos casos esta falta de respuesta inmediata sigue sucediendo a día de hoy, cuando son cruciales las primeras horas para investigar cualquier desaparición. Hay tres verdades que enseña la experiencia de muchos años trabajando con desaparecidos: 1.- Los desaparecidos siempre están vivos mientras no se demuestre lo contrario. 2.- Los videntes y adivinadores esotéricos, aunque lo hagan con buena voluntad, nunca o casi nunca aciertan. Y 3.- La familia es quien mejor conoce al desaparecido, a menudo intuyen lo que le ha podido pasar, apuntan a quien se lo ha llevado y casi siempre aciertan.
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